Seguido podrás ver las diferentes formas de las que podrás utilizar los pies, dando importancia a una parte del pie para cada una. Hay tres y son las siguientes:
Normalmente, utilizaremos la planta del pie en las zonas donde tengamos pasos de adherencia. Esta zona suele tener la particularidad de que no cuentan con relieve y por lo tanto no podemos utilizar otras partes del pie, como comentaremos posteriormente.
Para la correcta utilización de esta parte del pie buscaremos en la pared aquella parte que esté más horizontal, y una vez la encontremos, nos apoyaremos en ella con la planta del pie y llevaremos nuestro peso corporal a ese punto. Importante controlar la fuerza y el peso que ejercemos ya que, si dejamos de tenerlo, el pie puede irse y provocar que nos caigamos.
Ahora nos toca hablar de los cantos, tanto del interior como del exterior. Para utilizar los cantos, utilizaremos las zonas laterales de nuestros pies y daremos uso a uno o a otro en función de la posición de la cadera.
Si esta se encuentra en rotación externa, esto quiere decir que la rodilla se encuentra mirando hacia fuera, utilizaremos el canto interno. Utilizaremos en concreto esta parte del pie cuando queramos dar un paso y nos encontremos muy pegados a la pared.
En cuanto a la utilización del canto externo, tiene su uso cuando la cadera está en rotación interna. Recurriremos a este apoyo cuando haya pequeños salientes ya que nos permitirá pisar con mayor precisión.
Por último, tenemos la puntera. Esta parte del pie la utilizaremos cuando existan agujeros pequeños, donde podremos introducir la puntera para apoyarnos. La correcta utilización de esta zona del pie suele requerir ser capaz de controlar la fuerza que puedes ejercer con la misma.
Tras haber puntualizado en qué consiste la escalada, las claves para su correcta realización y teniendo claro la importancia de la condición física, técnica y de la seguridad, vamos a comentar los diferentes tipos de escalada que podemos practicar en función de su localización y equipamiento necesario.
Vamos a empezar por la denominada escalada clásica la cual es la más practicada por los aficionados a este deporte. Esta modalidad, también llamada escalada tradicional consiste en realizar ascensos en vías ya preparadas con diferentes anclajes puestos de una forma estratégica y bien planificada de tal forma que queda totalmente asegurado el paso de la persona que esté escalando.
Para este tipo de ascensos se suele utilizar material no fijo que se puede recuperar, como pueden ser fusileros, clavos o empotradores.
El siguiente tipo que nos podemos encontrar es la escalada en velocidad. Es la modalidad más vistosa y de la que más competiciones hay. Consiste en realizar un ascenso en el menor tiempo posible. En esta modalidad se premia mucho la agilidad y la técnica, las cuales suelen marcar la diferencia. Suele realizarse en entorno seguros y controlados, como, por ejemplo, en un rocódromo o en una pared vertical.
Otro tipo de escalada, para el que hay que estar muy bien preparado es la escalada libre. Esta vertiente conlleva que la persona que escala únicamente cuente con su cuerpo para realizar el ascenso. Es por ello, que solo han de practicarlo los profesionales y expertos en la escalada ya que supone bastante riesgo para el que lo practica.
Para tener una mejor adherencia, se suele utilizar un calzado especial fabricado con magnesio. Como ya hemos dicho, no se utiliza ningún otro medio en cuanto a equipamiento.
Siguiendo con los tipos de escalada nos, encontramos con la denominada escalada artificial. Esta variante permite al escalador utilizar diferentes materiales para ir ascendiendo y llevar al objetivo, como escaleras, ganchos u otros recursos que fueran necesarios. Es por ello, que antes de realizar la actividad, el practicante ha de analizar perfectamente la pared o la vía a ascender para así poder asegurar, prepara y llevar consigo todos aquellos materiales o recursos que fuera a necesitar en el ascenso.
Para concluir con la tipología, nos queda hablar de la escalada en bloque y de la escalada alpina.
La escalada en bloque es una de las modalidades que se encuentra de moda y que más se practica debido a que no requiere de grandes desplazamientos y resulta muy cómoda de practicar.
Suelen ser ascensos de muy poca altura donde no se utilizan medios de seguridad ya que se suele instalar una colchoneta debajo de donde se realice el ascenso por si hubiera alguna caída. El único equipamiento que se utiliza es el calzado fabricado en magnesio o uno específico.
La escalada alpina es la modalidad que más riesgo implica para la persona que lo practica junto con la escalada libre. Este tipo de ascensos requieren de mucha experiencia y contar con habilidades muy concretas y específicas, además del equipamiento concreto para el ascenso que se fuera a realizar.
En ocasiones, estos ascensos suelen requerir de varios días para poder completarlo. Por lo tanto, deberemos tener presentes una serie de conocimientos tales como una buena orientación, saber cocinar con los recursos que llevemos con nosotros, conocimientos sanitarios como primeros auxilios, conocer el terreno en la mayor medida posible y leer mapas, entre otros.