¿Sabías que el Rafting tiene hasta 7 clasificaciones dependiendo de su grado de dificultad al realizar la actividad?
Aguas Planas: El descenso obtiene esta calificación cuando las aguas por las que se realiza no presentas turbulentas ya que el agua esta plana.
Clase I: La dificultad es muy fácil, hay algunas turbulencias pero que no presentan apenas dificultad
Clase 2: La dificultad es fácil, el agua presenta turbulencias con algún hueco y algún remolino pequeño, sin ningún peligro.
Clase 3: La dificultad ya es intermedia. A partir de esta clase ya se considera ríos rápido. Las aguas ya son turbulentas con olas que pueden llegar hasta un metro. Navegar en este tipo de aguas requiere de cierto conocimiento del medio en el que se encuentra el navegante.
Clase 4: EL nivel de dificultad es difícil. Son aguas con muchas turbulencias, aunque son identificable o predecibles. Las olas podrían llegar hasta los dos metros y podrían encontrarse cascadas en el trayecto. Requiere muy buenos conocimientos del rio que se está navegando y muy buena técnica.
Clase 5: El nivel de dificultad es tal que está reservado para los expertos en la materia. Son aguas con muchas turbulencias que no pueden predecirse con seguridad. Las olas pueden ser de más de 2 metros, cascadas peligrosas, grandes remolinos. La técnica y el nivel de conocimiento del medio deberán ser máximos.
Clase 6: Este nivel de dificultad es tal que es imposible navegar en él. Se considera no navegable.
Para acabar, te dejamos con la página web oficial de la Real Federación Española de Piragüismo (RDEP) en la que puedes encontrar información importante sobre el rafting, caledarios competitivos, seguros y licencias. En el sitio web ofrecen noticias que pueden ser interesantes tanto para profesionales del deporte como para principiantes en esta actividad.
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